Las flores alpinas de Colorado han evolucionado junto con los abejorros a fin de crear un sistema que funcione al máximo para ambos. Los abejorros unen su lengua con las flores. La larga lengua de estas abejas grandes puede encontrar el néctar oculto en los profundos tubos o en el espolón. Las especies que tienen lengua de tamaño mediano y pequeño se concentran en las flores más abiertas. Mientras las abejas van chupando néctar el polen se va pegando por todo su cuerpo peludito. El regalo de las flores son las abejas visitantes que traen polen masculino de la misma especie de la flor para fecundar sus óvulos. Esta relación entre el abejorro y la flor es beneficiosa.
Cara de un abejorro llena de polen, luego de visitar una flor (Sam Droege, USGS).
Foto de exhibición cortesía de Sam Droege, de USGS.