El clima y el tiempo influyen en la vegetación alpina.
Los factores limitantes esenciales para la supervivencia de la flora alpina son las frías temperaturas, los vientos secos y las cubiertas de nieve.
Los climas alpinos fríos no siempre son fríos para las plantas.
La vegetación alpina en la superficie del suelo puede conservar más calor que las raíces o que el aire a su alrededor, por varios centígrados. Entre la planta se abrigue más al suelo, más calor acumulará en su cuerpo. Por ejemplo, la forma de las plantas cojín les ayuda a mantener un microclima más constante, y a menudo, más cálido.
Las plantas cojín poseen la forma más sobresaliente de la flora alpina y con buena razón. Gracias a esa misma estructura, estas plantas pueden conservar una temperatura de microclima con más facilidad y más constante dentro del cojín, distinta de la temperatura que le rodea.
Por encima de la línea de los árboles, la orientación hacia la luz del sol influye bastante en las temperaturas. Las laderas soleadas que dan hacia el sur son, por lo general, mucho más cálidas que las laderas que dan hacia el norte, donde hay sombra. Con el paso de los años, la vegetación alpina se ha adaptado a estos muy diferentes microclimas.
La fuerza del viento en la topografía influye el clima.
(Image) La velocidad máxima registrada de los vientos en el hemisferio norte fue de 372 km/h, en el monte Washington, Nuevo Hampshire, en 1934. Los vientos fuertes en las regiones alpinas pueden afectar el crecimiento y la supervivencia de la vegetación.
Diferencia entre el tiempo y el clima:
El tiempo se refiere a las condiciones de la atmosfera en un periodo corto.
El clima es el comportamiento de la atmosfera en un periodo largo.
La nieve actúa para bien y para mal de la vegetación alpina.
En un invierno largo y crudo, muchas plantas alpinas necesitan la cubierta de nieve como aislamiento térmico. Al igual que un edredón de plumón, la nieve liviana y suave resguarda las delicadas plantas de las extremas temperaturas bajas y los vientos secos y fuertes (que provocan la desecación). Por otro lado, las nevadas tempranas pueden acortar la duración de la época de crecimiento. La nieve pesada y húmeda también puede privar a las plantas de valioso oxígeno, y los deslizamientos de nieve o avalanchas pueden dañarlas físicamente.
Ciertas plantas son capaces de continuar con la fotosíntesis aun bajo la nieve, sin embargo, las temperaturas muy bajas en los meses de invierno (inferiores a 6 grados centígrados), desaceleran este proceso en gran medida.
Un poco de nieve es mejor que nada de nieve. La nieve es una valiosa fuente de nutrientes y un buen aislante térmico. Con una capa de nieve quizá el suelo no se congele, pero sí protege al delicado sistema de raíces.
El cambio es inevitable, pero…
En nuestro planeta el cambio es constante. Por lo general, los cambios en la naturaleza van suficientemente despacio para permitir la adaptación por medio de la selección natural. Aun así, los científicos que estudian las zonas alpinas han estado observando cambios rápidos e inusuales en el clima. Y esto tiene consecuencias para dichas regiones.
Las temperaturas cada vez más cálidas pueden afectar las zonas árticas y de gran altitud. Las cubiertas de nieve invernales pueden disminuir. Algunas plantas medrarán mejor que otras, y otras serán más capaces de adaptarse.
Las plantas pueden florecer más temprano en temperaturas más cálidas, lo que causaría que pierdan la sincronía con sus polinizadores. Esto puede afectar la capacidad de las plantas de reproducirse mediante la germinación.
La elevación de las temperaturas a nivel global conlleva épocas de crecimiento más largas, lo cual puede reducir ciertas de las barreras del crecimiento vegetal en las regiones alpinas. Algunas plantas subalpinas pueden moverse lentamente buscando elevaciones más altas y, por ende, la línea de los árboles cambiaría en ciertos lugares.
Los glaciares están en retroceso en algunos lugares; en otros el permafrost se está descongelando y parece que los ciclos de las estaciones están cambiando más rápido que antes. A ciertas plantas se les dificultará adaptarse a estos súbitos cambios del ambiente. Es imperativo un estudio sobre las consecuencias del cambio climático en biomas naturales, tales como las regiones alpinas.